Capítulo 11
Por fin en Selvadorada y diluvia!
D. - He ido a primera hora al mercado y parece que los puestos no abrirán hoy.
A.- Necesitamos aprovisionarnos antes de ir a la selva.
D.- Hoy no vamos a ir, mejor documentarnos y esperar que escampe.
Así que se entretienen como pueden en este día perdido. Primero se documentan de las especies que al parecer se encuentran en la zona y cuyo trabajo es catalogar. Arnold se ocupa de la flora y Daria de la fauna.
No todo es trabajar, un poquito de Rumbasim siempre alegra el día.
Un bañito en la piscina y a esperar mejor tiempo.
El día siguiente amanece soleado y a primera hora ya están salvando el primer obstáculo.
Pero aprovechan para ir catalogando especies y comportamientos de los animales que no habían advertido en la visita anterior.
Van despejando el camino directos al templo, no hay tiempo que perder
Uff, por qué poco! la selva está llena de peligros.
Llegaron a los Baños Omiscanos y qué mejor que un buen chapuzón para combatir el calor.
Esa entrada no la había visto antes! Daria no puede evitar explorar esa nueva puerta llena de maleza.
A Daria le encantan los carpinchos, y siempre le dejan regalos.
Se les ha hecho de noche y lo mejor es plantar la tienda, si las avispas les dejan, es el momento de descansar.
Buenas noches!
Aquí se madruga mucho, con el primer canto de pájaro chapuzón y a explorar.
La noche anterior no lo vio, pero había un cofre omiscano, qué reliquia contendrá?
Mientras Arnold va a examinar los árboles del jardín, es atacado por unas moscas flamígeras. Menos mal que van bien equipados y se deshace de ellas, y de paso las cataloga, esta especie no la tenían en las fichas.
Pues parece que esto es todo lo que contienen los jardines, es el momento de recoger la tienda y seguir explorando.
Al otro lado el sol empieza a asomar con fuerza.
La puerta que da acceso al Templo, es hora de descubrir hasta el último tesoro.
Otra reliquia!
Alla van!
Para no tener problemas lo primero que se debe hacer es investigar los mecanismos, cada uno investiga uno distinto.
Ajá, este es el que abre la puerta del templo!
Así es!
Y al traspasar la puerta del templo recibe una bendición del sol.
Y con este último cofre, quedó explorado hasta el último rincón del templo.
Se hizo tarde y había que dormir, no sin antes ser un poco atacados por murciélagos plasmófagos, pero a estos ya los tenían controlados.
D.- Lo he revisado todo, no queda nada sin explorar, podemos marcharnos.
A.- Bien, porque empiezo a estar un poco cansado y quiero dormir en una buena cama.
D.- Qué poco aventurero eres Arnold, jajaja.
D.- Maldita sea más bichos, qué ganas de llegar al pueblo.
Sin embargo encuentran otra puerta.
A.- Más ruinas Daria, qué encontraremos aquí?
A.- ten cuidado Daria, un cocodrilo!
D.- Genial, ya está catalogado.
Otro cofre! No se habían terminado las sorpresas.
Esa última puerta era un atajo y se encontraron en la isla al lado del pueblo.
D.- Voy a aprovechar a ver si hay alguna especie de pez nuevo por aquí.
A.- Muy bien, pero yo te espero en la casa.
Al final Arnold ha decidido pescar un poquito también.
Y este hombre... dónde se habrá metido? en fin, tengo muchísimo trabajo con lo que hemos traído.
Lo qme gusta ver a estos dos, las fotos super chulis ☺️☺️☺️